Leo (el león) es una constelación que se encuentra entre las constelaciones de Cáncer y Virgo. Leo contiene muchas estrellas brillantes, destacando entre ellas α Leonis, llamada Régulo (“pequeño rey” en latín). En la antigüedad recibió el título de “corazón del león”, siendo conocida en la antigua Grecia como Cor Leonis y en la astronomía árabe como Al Kalb al Asad. Es un sistema cuádruple formado por Regulus A, binaria espectroscópica cuya componente principal es una estrella subgigante blanco-azulada, Regulus B, una enana naranja, y Regulus C, una enana roja.

En 2004 se descubrió un planeta gigante (2,4 veces más masivo que Júpiter) alrededor de la gigante naranja de tipo K2III μ Leonis, que recibe el nombre de Rasalas. La Estrella de Caffau es una de las estrellas más antiguas que se conocen, con una edad probablemente superior a los 13 000 millones de años. Formada casi en su totalidad por helio e hidrógeno, tiene una ínfima proporción de otros elementos químicos y resulta especialmente sorprendente la casi total ausencia de litio.

Leo contiene muchas galaxias brillantes, estando cinco de ellas incluidas en el catálogo Messier: M65, M66, M95, M96 y M105. Las dos primeras son galaxias espirales miembros del Triplete de Leo, grupo de galaxias a unos 35 millones de años luz. M65 tiene poco polvo y gas, y hay poca formación estelar en ella, siendo muchas de sus estrellas viejas.

Considerablemente mayor que M65, M66 posee sus brazos espirales deformados, probablemente como consecuencia de interacciones con las galaxias vecinas.

Los mitógrafos griegos de la Antigüedad indicaban que, con la constelación de Leo, el dios Zeus había querido honrar al rey de los animales pero también que algunos señalaban que conmemoraba al León de Nemea, hijo de Tifón y Equidna, animal invulnerable que asolaba los campos devorando a las personas y al ganado. La primera tarea de Hércules fue matarlo. El león tenía como morada una cueva con dos entradas, así que Hércules taponó una de ellas y entró por la otra para sorprender a la fiera. Abrazó al león apretándolo hasta ahogarlo, y después con sus propias garras lo desolló y tomó para sí mismo su piel y su cabeza como casco.

Regulus es considerada una de las cuatro estrellas Reales de la Persia, juntamente con Antares, Fomalhaut y Aldebarán. Estas estrellas estaban en los puntos de los equinoccios y solsticios en el año 3000 a.C. y por ello han sido llamadas de estrellas Reales por los astrólogos de la época.

Esta estrella era considerada la guardiana del norte y está asociada al Arcángel Rafael, quien actúa en el Rayo Verde. La familia de Rafael es descendiente del Rayo Esmeralda del fundador de la Primera Orden del Grial de Melchizedek.

Regulus es la fuente divina de luz radial de la conciencia, despejando para el colectivo, la comunión, la fuerza terrestre, la empatía, el perdón, la aceptación y la compasión. En el pasado muy lejano, los seres de Regulus cambiaron su afiliación debido a una guerra entre los planetas de Leo y de la constelación de Sextante.

Durante esta guerra, ellos se aliaron con los Sextantes, lo que enfureció a los otros planetas de la Constelación de Leo. Como resultado de esta lucha interna, ocurrió una situación muy única, una que no ha ocurrido en nuestro Universo antes ni desde entonces. Regulus se separó y abandonó su constelación original para unirse a otra. La ubicación del planeta no cambió, solo su afiliación.

Debido a esto, los mundos actuales de Sextante son todos muy unidos. Estos eventos traumáticos han impactado enormemente al grupo de almas de Regulus y algunos encarnaron en la Tierra para resolver el karma y aprender lecciones de vida.

Estas semillas estelares tienen el talento para ser grandes sanadores. Estos seres no tienen mucha experiencia con la vida terrenal. El catalizador para que estas almas encarnen aquí fue que vieron la necesidad de su apoyo junto con los grandes desafíos que presenta la vida en la Tierra. Esto creó la oportunidad para el aprendizaje y su propia sanación colectiva.

Las lecciones fundamentales que un individuo con origen en Regulus suele aportar a la experiencia terrenal comprenden la prosperidad, la perseverancia, la confianza, la lealtad, el amor/apego, la abundancia y el logro.

En particular, las lecciones relacionadas con la prosperidad y la abundancia a menudo se centran en la comprensión del dinero, dado que el concepto de moneda resulta ajeno para ellos.

Así, asumen conscientemente esta enseñanza con el fin de profundizar en su comprensión del ámbito financiero. Es importante destacar que muchos de ellos exhiben una inclinación analítica, apreciando los datos y hechos, y no es raro que desarrollen un interés o una carrera en campos científicos.

No obstante, de manera uniforme, todos los Regulanos también son espiritualmente conscientes y poseen habilidades psíquicas innatas. Esta dualidad a veces puede resultar desafiante para estas almas en su búsqueda de armonía entre estas dos facetas en sus vidas y mentes.

El planeta de origen de los Regulanos es de naturaleza técnicamente no física y vibra en la novena dimensión. Su reino continúa existiendo. Estos seres se caracterizan por su elevada espiritualidad y comprensión de que "la espiritualidad es el alma".

Además, poseen cualidades positivas adicionales, como la disposición para la aventura, careciendo de temor ante los desafíos que puedan surgir. Estos seres irradian energía de misericordia y perdón. Las almas de Regulus también se distinguen por su profunda integridad y su franqueza en la comunicación.

Los seres de Regulus están llenos de enseñanzas y habilidades mágicas y místicas. Muchas de estas almas solían ser hadas, elementales, sirenas, unicornios y otras criaturas. En esta Constelación existen seres como leones con ojos y pelaje dorados, con alas y pudiendo presentarse como bípedes o cuadrúpedes. En este sistema estelar también residen seres muy evolucionados como los Querubines.

Los seres originarios de Regulus también se destacan por su gusto refinado, caracterizándose por ser personas de espíritu libre y amigables. Siempre están disponibles para brindar una sonrisa en momentos de dificultad, contribuyendo a elevar el ánimo de quienes los rodean.

Poseen voces suaves y, en muchas ocasiones, tienen una inclinación hacia la soledad, aunque establecen numerosas relaciones sociales. Si bien proyectan una imagen de serenidad y tranquilidad, en su interior albergan emociones que raramente expresan, ya que evitan sobrecargar a otros con sus propios dilemas personales.

Tienen un profundo amor por el arte, la danza, la música, la poesía y la felicidad. Las almas de Regulus suelen ser ávidas lectoras, sumergiéndose en la ficción de las historias que consumen y destacando como escritores talentosos.