La constelación de Lyra (la lira, en griego: Λύρα) es fácilmente identificable por su estrella Vega, una de las esquinas del "Triángulo de verano" junto con Deneb en la constelación del Cisne y Altair en el Águila.

Históricamente, Lyra se representaba como un buitre o un águila portando una lira en los mapas estelares, lo que llevó a denominarla Vultur Cadens o Aquila Cadens ("Buitre que cae" o "Águila que cae"), respectivamente. Limita al sur con Vulpecula, al oeste con Hercules, al norte con Draco y al este con Cygnus.

Visible desde el ecuador hasta el paralelo 40 sur en el cielo septentrional durante los meses de invierno, la constelación ocupa el puesto 52 de las 88 constelaciones modernas en tamaño.

Su estrella más destacada es Vega, una brillante estrella azulada situada a unos 25 años luz de la Tierra, visible en el cénit durante las noches de verano. Vega y sus estrellas circundantes también son tratadas como una constelación en otras culturas, como el buitre o águila buceando con las alas plegadas por los árabes, el Arpa del Rey Arturo (Talyn Arthur) y el arpa del Rey David en Gales, o la Lira de Zurah según el persa Hafiz.

En astronomía aborigen australiana, Lyra es conocida como la constelación Malleefowl por el pueblo boorong en Victoria, y en la cultura Inca, era adorada como la deidad animal Urcuchillay.

La Nebulosa del Anillo (también conocida como nebulosa anular de la Lyra, nebulosa planetaria M57, Messier 57, M57 o NGC 6720) es una nebulosa planetaria prototípica situada en la constelación de Lyra y es ampliamente reconocida como un ejemplo de este tipo de objeto astronómico.

En la mitología griega, Lyra simboliza la lira de Orfeo, la cual, según la leyenda, fue fabricada por Hermes a partir de un caparazón de tortuga y regalada a Apolo. La música de Orfeo era tan magnífica que incluso los objetos inanimados, como las rocas, se sentían encantados. Además, su música fue capaz de silenciar a las peligrosas sirenas cuando se unió a Jasón y los argonautas.

Lyra es una constelación que evoca un profundo sentido de conexión del alma en muchos de nosotros en esta galaxia. Se la reconoce junto con su estrella más brillante, Vega (también conocida como Alpha Lyrae), como "El Hogar de la Conciencia Humana".

Esta conexión tiene raíces en la antigüedad, cuando Lyra fue el lugar donde nuestra historia humana comenzó en múltiples niveles multidimensionales. La Fuente se dividió en dos aspectos, dando lugar a la Galaxia Alfa Madre Divina (representada por la Galaxia de Andrómeda) y la Galaxia Omega Padre Divino (representada por la Vía Láctea). Con la aparición del primer portal estelar en nuestra Galaxia de la Vía Láctea, el Portal Estelar de Antares, seres etéricos de la Galaxia de Andrómeda llegaron para comenzar una nueva experimentación cósmica en una realidad más física.

Los Co-Creadores, también conocidos como los Fundadores o "Elohim", decidieron comenzar la creación de vida en la pequeña constelación de Lyra debido a su ubicación cercana al Centro Galáctico y condiciones propicias para la vida física.

Fue así como surgieron las primeras razas extraterrestres Felina y Aviaria.

Los Felinos fueron traídos desde otro universo por invitación de los Fundadores, estableciendo su hogar en Avyon, un planeta paradisíaco con similitudes a la Tierra. Su evolución los llevó a adoptar una forma más parecida a la humana mientras conservaban rasgos felinos. Los Felinos etéricos continuaron encarnando y mejorando genéticamente a sus hermanos encarnados en el planeta, proporcionando enseñanzas en dimensiones superiores.

A lo largo del tiempo, los Felinos también dirigieron su atención hacia los mamíferos bípedos, los humanos, realizando cruces y mejoras genéticas que dotaron de alma a esta nueva especie. Así, Lyra y su estrella Vega son consideradas el origen y hogar de la conciencia humana.