Orión (el Cazador) es quizás la constelación más conocida del cielo. Orión está representado por un guerrero alzando su arco, su espada o garrote y cubriéndose del enemigo con un vellocino o un escudo.

A su lado se encuentran sus perros de caza: Canis Maior y Canis Minor. La constelación es visible a lo largo de toda la noche durante el invierno en el hemisferio norte, y durante el verano en el hemisferio sur.

Rigel (β Orionis), la estrella más brillante de la constelación es en realidad un sistema estelar cuádruple cuya componente principal es una supergigante blanco-azulada. Betelgeuse (α Orionis) es el segundo astro más brillante, una supergigante roja de gran tamaño con un diámetro aproximadamente 1000 veces más grande que el del Sol.

Es una variable semirregular que en 2020 experimentó una disminución de brillo asociada a una disminución en su tamaño.

La siguiente estrella en cuanto a brillo es Bellatrix (γ Orionis), antes catalogada como gigante y ahora considerada una caliente estrella de la secuencia principal de tipo B2V6 que fusiona hidrógeno en su núcleo. Alnilam (ε Orionis), Alnitak (ζ Orionis) y Mintaka (δ Orionis) forman el asterismo conocido como el cinturón de Orión, o las tres Marias, en la parte central de la constelación. Las tres son estrellas distantes (entre 700 y 1350 años luz), calientes y luminosas.

Entre los objetos de cielo profundo se encuentra la nebulosa de Orión (M42), nebulosa difusa que se localiza al sur de la constelación. Otra nebulosa de Orión es la conocida como Cabeza de Caballo (Barnard 33), una nube de gas fría y oscura situada a aproximadamente 1400 años luz de la Tierra.

En la mitología griega, Orión fue un gigante. Existen diversas versiones del mito de Orión. Una de ellas cuenta que Orión había violado a Mérope, hija de Enopión, quien, por ello, lo dejó ciego. Apolo le devolvió la vista y a continuación Orión se convirtió en compañero de caza de Artemisa y Leto.

Prometió aniquilar todo animal que hubiera sobre la tierra, por lo que Gea se enfadó e hizo nacer un escorpión enorme que picó a Orión y lo mató. Existe otro mito que sostenía que Artemisa se había enamorado de Orión, lo cual despertó celos en Apolo, su hermano gemelo. Artemisa, desafiada por su hermano, lanzó una flecha teniendo como diana un animal a lo lejos, y cuando fue a ver su presa, se dio cuenta de que había aniquilado a su amado Orión.

Fue tan grande su tristeza, sus quejas y sus lamentos que decidió colocar a Orión en el cielo para su consuelo. En otra versión, Orión se enamoró de las Pléyades, las siete hermanas, hijas de Atlas y Pleione. Comenzó a perseguirlas y Zeus las recogió y las colocó en el cielo. Orión todavía se puede ver persiguiendo a las hermanas a través del cielo por la noche.

El cúmulo abierto de Orión es la base de un imperio conjunto de reptilianos y grises, así como de los "grupos de resistencia" humanos que luchan contra el imperio. La Nebulosa de Orión se encuentra a cientos de años luz de este cúmulo abierto de Orión y ha sido identificada como una "puerta de entrada" a un reino infinito más allá del universo físico. Algunos incluso afirman que es el verdadero hogar de las fuerzas angelicales y de la Fuente.

La energía inherente de Orión siempre ha estado asociada con el conflicto de polaridad. La Tierra está actualmente intentando una integración final de estas polaridades, de ahí los fuertes sentimientos de conexión que muchos seres humanos en la Tierra sienten con respecto al sistema estelar de Orión.

En el antiguo Egipto, las estrellas del Cinturón de Orión eran el símbolo de Osiris. La alineación de las estrellas del cinturón coincide perfectamente con la de las tres pirámides de Giza, mientras que la orientación de Orión hacia la Vía Láctea coincide con la orientación de las pirámides hacia el río Nilo. Debido a esto, se cree que las tres grandes pirámides no solo eran tumbas, sino que también servían como puerta de entrada al cielo para los faraones.

Debido a que Orión es un sistema estelar tan grande, hay muchas especies diferentes de seres en este sistema estelar. Según Lyssa Royal Holt en su libro "El Prisma de Lyra", 75% de los seres de Orión son de Vega y 11% son humanoides de Lira, y el 14% restante son especies no humanas (insectos, extraterrestres grises, anfibios o reptilianos).

La mayoría de los seres de Vega descienden de los refugiados humanoides de piel azul y se encuentran principalmente en las estrellas del cinturón de Orión, mientras que los reptilianos de Orión se encuentran principalmente en los sistemas estelares de Betelgeuse y Rigel y descienden de seres draconianos del sistema estelar Draco.

Los seres de Orión de origen lirano tienen la piel de color marrón claro, y aproximadamente el 10% son de tipo caucásico con cabello claro. Se parecen mucho a los seres humanos de la Tierra. Los humanoides de Orión, que tienen principalmente características veganas, tienen ojos especialmente llamativos, de color marrón.

En el grupo de los seres no humanoides, los pequeños grises ocupan un pequeño porcentaje de la población de Orión, con su origen en Zeta Reticuli. Los grises altos también forman parte de los grupos no humanoides de Orión, junto con seres anfibios e insectoides.

Los seres de Orión tienen la reputación de poseer una naturaleza agresiva y han estado involucrados en muchas guerras destructivas que han durado milenios en el sistema de Orión. Aunque este patrón de comportamiento todavía opera en nuestra galaxia, es menos común y muchas personas han despertado desde el cambio de Orión a la Conciencia de Luz de Orión.

El escenario típico en Orión era la Luz contra la Oscuridad, con los oriones amantes de la paz opuestos a los oriones "agresivos" con intereses egoístas. Según algunas fuentes, hay tres grupos principales en la Galaxia de la Vía Láctea: La Confederación Intergaláctica de diferentes sistemas estelares en toda la galaxia; La Federación Reptiliana, una conglomeración de muchas especies reptiles, y El Imperio de Orión, gobernado por un líder.

Dentro del dominio del Imperio de Orión, se formaron tres grupos: el dominante Imperio de Orión, la resistencia de la Liga Negra (contra el Imperio) y las víctimas de ambos grupos. A pesar de las implicaciones espirituales, existe en las civilizaciones de Orión un conflicto interminable entre el Imperio de Orión y la resistencia de la Liga Negra.

Muchos seres de Orión, incluidos los combatientes de la resistencia de la Liga Negra, eventualmente fueron a Maldek, donde se establecieron.

Como se sabe, la civilización maldekiana no pudo tomar un camino más espiritual y el planeta finalmente fue destruido por completo en una guerra civil, dejando el cinturón de asteroides que ahora se encuentra entre Marte y Júpiter. Sin embargo, en el lado positivo, los seres de Orión han contribuido con su propensión al desarrollo de sistemas que funcionan sin problemas en las civilizaciones de la Tierra. Son la fuente de muchas estructuras organizativas de gobierno, empresas e industria.

El término "Luz de Orión" se refiere al punto en la evolución de Orión donde han logrado integrar la polaridad. También se puede considerar como la Conciencia de Masas de Orión, el aspecto no físico de Orión que opera desde un sentido de unidad e integración. El Consejo de Luz de Orión está muy alineado con la Conciencia original de los Elohim. El Consejo de Luz de Orión regula las leyes administradas en esta parte del Universo, siendo el cuerpo de gobierno más alto para este cuadrante, y no está sujeto a ninguna ley propia, excepto a la Gran Directora Divina o Fuente.

Este consejo regula muchos sistemas estelares y planetas, incluido el Consejo Kármico que gobierna la Tierra y regula las formas de vida que entran y salen de la Tierra a través de Arturo y la Constelación de Bootes. Por esta razón, Mintaka está directamente alineada con el sistema estelar de Arturo. Mintaka no solo es el sistema de hospitalidad de Orión, sino también una puerta de entrada a otros Universos. Es el hogar de entidades de dimensiones superiores, tanto físicas como no físicas.

Muchas de las almas que quisieron dejar el ciclo de encarnación en Orión y empezar el ciclo en la Tierra han traído sus traumáticos recuerdos de Orión. Estos recuerdos permanecieron enterrados en lo más profundo de sus mentes subconscientes, y todavía están afectando la vida en la Tierra para muchos humanos modernos.

Los tiempos actuales de cambio en los que vivimos están desencadenando estos profundos recuerdos subconscientes en las semillas estelares de Orión, haciendo con que muchas de ellas participen activamente en protestas y alzando su voz contra cualquier opresión de los derechos humanos.

Las semillas estelares de Orión llegaron a la Tierra durante las décadas de los años 60 a los 90. Son quienes están abriendo el camino para muchos jóvenes que carecen de dirección en la vida.